Descripción del proyecto
Cuando no sabes qué regalar, una comida o una cena puede ser una buena opción. No siempre se tienen a mano tarjetas-regalo para vender a los clientes, y hacer unas personalizadas es una gran idea para que cada restaurante o establecimiento hostelero pueda diferenciarse. Así, cuando algún cliente los soliciten, no tienen que dar una simple tarjeta sellada, y además, se pueden realizar diferentes versiones, para vender diferentes tipos de menús.
Las tarjetas-regalo se pueden tener preparadas con un texto que explique la oferta (para cuántas personas es, si es comida o cena, el nombre del menú…) o dejarlo en blanco para rellenarlo al momento de entregarlo. Eso sí, es conveniente indicar el teléfono, el email o cualquier otra manera de contacto del restaurante u hotel, para que antes de canjearlo llamen para confirmar.
En algunos casos las tarjetas se pueden hacer limitadas, incluso pueden estar numeradas, ya sea porque todos los años se da una cantidad limitada o para evitar copias. En ese último caso, para evitar copias lo mejor es utilizar un papel de alto gramaje o cartulinas con un acabado especial, por ejemplo, metalizadas.
Como en el caso de las tarjetas de visita, el tamaño y el diseño se tienen que ajustar a la personalidad de cada establecimiento. Lo normal es que sean del mismo tamaño que las tarjetas de visita, 85×55 mm.; pero también pueden ser dobles, con doblado horizontal o vertical. Para ocasiones especiales sí que se suelen hacer más grandes, como en entregas de premios y otros eventos. El acabado también se ajusta a cada tipo de evento, con cartulinas brillo, de color o metalizado.